Un día después de las simulaciones: La violencia hacia las mujeres continúa .

Sin una política publica transversal que busque realmente contrarrestar la violencia hacia las mujeres en México y en Oaxaca, el 25 de Noviembre, en Oaxaca, cubrió el protocolo de forma pero no de fondo.

Eventos, talleres, conferencias, concursos , galería de imágenes, selfies: Rosario de buenas intenciones para no perder el cargo o el financiamiento.

Aligerar conciencias y maquillar la ineficiencia –operativa y presupuestal- que aliente la esperanza de que un día, un día las mujeres y los hombres, incluidos niñas, niños y adolescentes, puedan vivir con tranquilidad y justicia, se desvanece.

Pero el dolor, la impotencia, el miedo y la opacidad del estado aumenta. Una bola de nieve que deriva en la construcción de nuevas formas de violencia y destrucción. ¿Un grito desesperado?.

Atrás queda ya la premura de las actividades programadas, del maquillaje, el traje a la medida de servidores públicos, de las sonrisas de los titulares de las instancias gubernamentales para la foto, ¡ Como si hubiera algo que festejar!.

Atrás, también quedó – de muchos, no de todas ni todos-, los que representan, solamente la foto para salir del paso, como también las fotos -no de todas ni todos- de una sociedad civil organizada que clama justicia.

Cuánto costo celebrar el 25 de Noviembre en Oaxaca?

Cuántas de las acciones –desarticuladas- darán buenos resultados?

Cuántas niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres y adultas mayores seguirán inmersas en los círculos de violencia se sumarán a las estadísticas de feminicidos?.

Cuántas mujeres más seguirán siendo víctimas

de la discriminación y la violación a sus derechos como la educación, la salud, el empleo, el trabajo?

Una vida digna y libre de violencia, es la utopía?

Hoy, el protocolo se ha cumplido.